La temporada de 1980 fue complicada para el equipo. Era el segundo año de Bill Walsh como Head Coach y General Manager. Venía de una temporada perdedora con un récord de 2 - 14, y aunque había comenzado con buen paso con tres victorias, octubre y noviembre se convertirían en una pesadilla.
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DeBerg vs Montana: Controversia de QBs |
Walsh llegó al partido ante los Miami Dolphins en esa temporada con siete derrotas consecutivas. Su principal problemática era una controversia respecto al QB titular. Un joven Joe Montana y el veterano Steve DeBerg repartían titularidad entre partidos y fue debido a esa falta de consistencia que el equipo cayó en esa debacle de siete derrotas que incluyó una estrepitosa humillación por 59-14 ante los Cowboys.
Durante el partido mencionado que se llevó a cabo en el Orange Bowl, los 49ers estuvieron en la pelea ante un complicado equipo de Miami que estaba al mando del legendario Don Shula. Hacia el final, con el marcador 17-13 a favor de los Dolphins, el equipo llegaría a distancia para intentar un FG que fue logrado, pero fue anulado por un castigo. Esta situación se repetiría una vez más, un nuevo castigo le quitaba tres puntos al equipo. Ya con una distancia mayor para intentar un gol de campo, Walsh decidió jugarse la cuarta oportunidad. La jugada dejó a los 49ers con el primero y diez de manera aparente, pero los oficiales colocaron el balón centímetros atrás de donde la jugada habría terminado originalmente y se marcaría el cambio de posesión. Se había terminado la posibilidad de acercarse en el marcador en ese momento.
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Steve DeBerg |
Los 49ers tendrían una nueva oportunidad para pelear en el partido, pero DeBerg fue interceptado en la última serie y los Dolphins solo tuvieron que consumir el reloj para dar por finalizado el partido. Para Walsh, este partido es quizá el más duro del inicio de su carrera. Él mismo ha comentado que fue una situación que literalmente lo quebró. Entendió de manera personal que es difícil estar en esta liga sin tener una reputación. Shula la tenía en ese entonces. Con dos Super Bowls en su historial y el único coach en llevar a un equipo a ganar un campeonato de manera invicta. Usando su influencia, pasaría todo el partido reclamando a los árbitros cualquier llamada que hicieran en contra Miami. Los castigos en los Field Goals así como la posición del balón para obtener el primero y diez en la serie que jugaron los 49ers, demostraban que esas reclamaciones habían tenido efecto en la perspectiva de los oficiales durante el cierre del partido.
Después del juego, Walsh comenzó a pensar que tal vez no tenía lo que necesitaba para ser Head Coach en la NFL. Durante el vuelo de regreso comenta que además de sentirse humillado y agobiado, consideró seriamente dejar el puesto:
"Yo no podía hacer este trabajo. Creo que necesitaría dos o tres coaches más para lograrlo. Estaba completamente abrumado por esta situación. No estaba avergonzado de mi esfuerzo pero no estaban resultando las cosas. Tenía ocho derrotas consecutivas en mi segundo año como coach. No había razón para pensar que algo diferente sucedería a futuro. En ese momento decidí que renunciaría al equipo al final de la temporada. Tenía pensado hablar con Eddie [DeBartolo] para avisarle que tendría que buscar a alguien más"
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Un encuentro entre leyendas |
Esa decisión cambió durante el cierre de la temporada. Los 49ers terminarían la temporada ganando los siguientes tres partidos y cerrando con derrotas los últimos dos, para un record final de 6 - 10.
La situación del equipo mejoraría la siguiente temporada. Los 49ers harían lo indecible al eliminar (y de paso terminar) a la dinastía de Tom Landry y los Cowboys, y de paso, ganar su primer Super Bowl. Al recibir su trofeo como el Coach del año de la temporada comenzaba a surgir la leyenda de El Genio.
Después de una temporada afectada por la huelga en 1982 y un tropiezo en playoffs con los (entonces) Washington Redskins de Joe Gibbs durante la temporada de 1983, llegamos al año de 1984. Una de las mejores temporadas del equipo. Ejercieron un gran dominio que concluyó con un record de 15-1 perdiendo solamente ante los Pittsburgh Steelers de Chuck Knoll. Los Playoffs los enfrentarían a los emergentes Giants de Parcells y a los Bears de Mike Ditka. Con estas victorias, el equipo llegaría a su Super Bowl, que se jugaría "en casa", en el Stanford Stadium.
El rival era el equipo de Miami Dolphins de Don Shula y su joven estrella: Dan Marino. Los 49ers habían enfrentado a Marino en la temporada anterior, su año de novato. El partido fue peleado, pero con un Marino fino que haría dos TDs, ganó ese duelo a Montana. Esto ponía el record de Don Shula ante Bill Walsh 2 - 0. Nuevamente, tendría una oportunidad de revancha en su propio terreno.
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"Dos estrellas en desarrollo para el Super Bowl" |
La prensa le daba pocas posibilidades al equipo de San Francisco ante la experiencia de Shula y la habilidad del prodigio Dan Marino. Al iniciar una de las reuniones de equipo, Bill Walsh, en preparación a este juego, comentaba de manera sarcástica que "eran los 'underdogs' del partido y que probablemente serían vencidos facilmente, deberíamos mandarles nuestros respetos y no jugar". A pesar de este tono bromista, su plan de juego mostraría un rostro agresivo e implacable para el joven Quarterback de Miami. Russ Francis, Tight End del equipo en ese año, menciona que el propio Walsh dijo "que no le importaba si eran ofensiva, defensiva o un aguador; si tenían posibilidad de golpear a Marino, lo hicieran"
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"Quiero ver sangre en su jersey, lo quiero de espaldas, lo quiero aturdido"
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El partido empezó muy cerrado y parejo con los Dolphins ganando 10-7 en el primer cuarto. Pero a partir del segundo cuarto comenzó la debacle del equipo de Miami. Fred Dean y compañía se encontraban tras Marino en toda oportunidad. El plan de juego de George Seifert como coordinador defensivo estaba rindiendo frutos. Los 49ers jugaron de manera magistral y llevarían el partido a un 28-13 a favor de San Francisco, pero un error del liniero Guy McIntyre durante un kick-off hizo que los Dolphins pudieran anotar un gol de campo que los acercaba a doce puntos antes de finalizar la primera mitad. Walsh menciona que se sintió incomodo ante esa situación especialmente porque él había dado la orden no intentar correr con el balón en caso de obtenerlo. Algunas sombras del recuerdo de 1980 quizá rondaban por su mente.
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"Su segundo Super Bowl" |
Sin embargo, durante la segunda mitad, los 49ers finiquitaron el partido. Los Dolphins no volverían a anotar. Interceptaron a Marino dos veces y lo capturaron cuatro veces. Para el final del tercer cuarto el dominio de San Francisco era abrumador. El marcador final fue de 38-16. Los 49ers ganaban el segundo SuperBowl de su historia y los jugadores levantarían en hombros a quien, después de su segundo premio como coach del año, mantenía firme el sobrenombre de El Genio. En su caso, la tercera fue la vencida. Don Shula se enfrentaría tres veces más a los 49ers en el resto de su carrera (una más a Walsh y dos a Seifert). Perdió los tres partidos.
La siguiente es una fotografía muy representativa de ese Super Bowl. Un relajado Bill Walsh se recostaba en los vestidores del equipo en el previo a este partido. Una imagen cuyo significado es completamente diferente a la que proyectan los recuerdos que menciona sobre aquel vuelo de noviembre de 1980 desde Florida a California. Fueron estos Miami Dolphins de Don Shula quienes lo hicieron ver luz y sombra en esos años su carrera. Imaginarlo abrumado y decidido a dejarlo todo después de un mal partido, para después verlo irradiando confianza y seguridad en todo aquello en lo que creía, para ganarlo todo ante los mismos rivales.
Para los aficionados de los 49ers, esta es una imagen nostálgica que refleja una de sus principales ideologías:
"Todo se reduce a la búsqueda inteligente e incansable de soluciones que aumenten nuestras posibilidades de triunfar. Haciendo esto, el marcador se encargará de sí mismo"