19 de septiembre de 2019

Creatividad en la adversidad



Una de las anécdotas más interesantes durante la gestión de Bill Walsh comoe Head Coach de los 49ers de San Francisco tiene que ver con una situación similar a la que estamos viviendo en estas instancias de la temporada.

Joe Staley, el líder del equipo y parte vital de nuestra línea ofensiva, sufrió una fractura en el partido vs Bengals, uando el partido estaba controlado. Esta lesión aunque no es muy grave, sí presenta un tiempo considerable de ocho semanas de recuperación.

Esta situación ha puesto en una encrucijada a nuestro equipo, pues el funcionamiento de la línea ofensiva siempre ha sido cuestionado al no ser del todo eficiente. La lesión de su mejor jugador dificulta aún más esto, y nos hacer recordar a Shon Coleman quien está fuera por el resto de la temporada por una lesión que sufrió en la pretemporada, dejando esta posición en una peor perspectiva.  La solución presente tiene el nombre de Justin Skule, un Tackle Ofensivo que llegó en sexta ronda proveniente de Vanderbilt, un jugador que para muchos (incluyéndome) debió ser cortado durante la pretemporada. Quiero pensar que su estancia se debe a la lesión de Coleman.



Si bien en las redes sociales había consideraciones relacionadas a integrar a McGlinchey en esa posición, Shanahan ha mostrado cierto grado de confianza en el joven liniero, a pesar del nivel de responsabilidad que tiene. En un futuro cercano, los 49ers enfrentarán a jugadores como T.J. Watt, Clowney y Myles Garrett, por mencionar a algunos. Estos nombres pueden sonar intimidantes para un jugador inexperto, y considerando que Garoppolo viene de una lesión, hace aún más importante esta su protección. Podríamos pensar que Shanahan lo toma a la ligera, pero hay cuestiones que debemos considerar al momento de establecer la estrategia a seguir durante la ausencia de Staley.

Sin entrar en muchos detalles, simplemente se pueden hacer estrategias de bloqueo que no permitan que Skule cargue con toda la responsabilidad. Los coaches tienen esquemas de bloqueo y asignaciones especiales, con lo que pueden realizar variantes que ayuden a desarrollar mejor las jugadas.

Un ejemplo de este tipo de asignaciones, fue realizada por el propio Bill Walsh ante lo que llamó "uno de los retos más grandes de su carrera". Contener al novato defensivo más impactante que haya llegado a la liga: Lawrence Taylor.


Hablar de Lawrence Taylor es hablar del jugador defensivo más importante de la década pasada. Su agresividad y velocidad revolucionaron la posición del OLB y la visión del pass rusher. Obviamente, los 49ers se toparían con él tarde o temprano y ante un jugador tan sofisticado, Bill Walsh tuvo que hacer un movimiento muy particular. En ese entonces, Dan Audick era el Tackle Ofensivo del lado ciego de Joe Montana.  Audick siempre fue considerado como un jugador "pequeño" para la posición de Tackle, pero bajo la tutela de Bill Walsh y Bobb McKittrick, se convirtió en un jugador eficiente en la posición durante los dos años que jugó para el equipo (incluso ganando un Super Bowl con ellos) Sin embargo, a pesar de su desarrollo, era evidente que su físico de 37 años no podría contener a una máquina como LT. La decisión de Bill Walsh fue asignar el bloqueo a un jugador mucho más grande: John Ayers, el Guard.



Al asignar este bloqueo, Lawrence Taylor vio limitadas sus capacidades al tener a un jugador de mucho mayor tamaño, a quien no podía mover a placer como a otros jugadores. Durante esos primeros encuentros, Ray Perkins y Bill Parcells  decidieron cambiarlo de lado para tener un match más "a modo" ante Keith Fahnhorst, pero como dijo el propio Bill "eso permitía a Joe tenerlo a la vista para reaccionar acorde a las circunstancias". Este esquema fue funcional por un tiempo, pero ante genios como Parcells y un tal Bill Bellichick, sería cuestión de tiempo para ver el inicio de una de las mejores rivalidades de la NFC de los 80's.

Como podemos ver, un coach que realmente comprenda el juego sabrá como adaptarse a esta a las necesidades del equipo en este tipo de circunstancias. Shanahan, siendo un genio ofensivo probado, deberá buscar la manera de evitar que la novatez de Skule se convierta en una carga para las aspiraciones del equipo.

Si bien la comparación de Shanahan con Walsh es exagerada, debemos pensar en que nuestro coach sabrá como ajustar este problema. Es lo menos que debe hacer. Mostrar su habilidad ofensiva y esa creatividad que le hemos visto como coach ofensivo, para lograr salir de este ámbito de adversidad.

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