Cuando uno piensa en las rivalidades que ha tenido San Franciso en su historia, existen algunas que no han sido tan espectaculares. Tenemos la rivalidad contra los Rams, que es más una tradición o contra la Dome Patrol de Saints que fue una unidad de linebackers trabajada específicamente para detener la ofensiva de 49ers. También están las más recientes como la de Packers y Seahawks. Obvio siempre saldrá a relucir la rivalidad de los Cowboys que para muchos es la más representativa del equipo pues se dieron encuentros históricos durante los 70's (finalizada con "The Catch") y los 90's (De la rivalidad "setentera" hablaremos próximamente). Pero no debemos olvidar que durante los 80's, la época dorada de los 49ers, el equipo con más impacto en playoffs para nuestros gambusinos, fue el de los Giants de New York, nuestros rivales del próximo domingo.
Esta época resultó exitosa para los Giants gracias a la gestión de Bill Parcells, considerado por muchos la antítesis de Bill Walsh. Si bien Walsh revolucionó la ofensiva, Parcells manejó la defensiva como su arma principal. Parcells inició su experiencia NFL bajo la tutela de Ray Perkins como coordinador defensivo, pero rápidamente se convirtió en el Head Coach del equipo y supo rodearse de talento en su grupo de coacheo con nombres como Bill Belichick, Romeo Crennel, Mike Pope, Ron Erhardt y Tom Bresnahan.
Su filosofía era clara: "Soy como un Neanderthal. Creo que la defensa es la clave de cualquier deporte. Ese era mi enfoque cuando comencé a coachear. Eso es lo que quería coachear. No Football. Football defensivo. No es glamoroso para aquellos que buscan una perspectiva estética pero es glamoroso PARA MI. Para mí, la defensa es la clave del juego"
La primera vez que se enfrentaron en la década, fue en enero de 1982. Esta fue una temporada importante en la historia de ambos equipos pues regresaban a playoffs después de muchos años. Los Giants vencieron a sus rivales divisionales, los Eagles, para enfrentarse con un equipo de 49ers que había dado la sorpresa al estar en playoffs después de una temporada perdedora. El partido terminaría 38-24. Este partido entre Giants y 49ers fue el previo antes del legendario partido ante Cowboys y "The Catch" siendo el primero de una serie de encuentros históricos que definieron a ambas franquicias.
Para ese entonces, se comenzaba a armar un grupo de coaches muy interesante. El coordinador defensivo de este juego era Bill Parcells que supliría a Ray Perkins como coach la siguiente temporada. El coach de LBs era Bill Belichick (Con un Lawrence Taylor en pleno desarrollo); Tom Bresnahan, discípulo de Marv Levy en sus tiempos de Kansas City llegaría la siguiente temporada; Rommeo Crennel como coach de Equipos especiales y Mike Pope como coach de TEs manteniendo a Ron Enhardt como coordinador ofensivo.
En el segundo enfrentamiento, en la temporada de 1984 ya con Parcells comandando al equipo, se encontraron en la ronda divisional y nuevamente fue a favor de 49ers. El equipo que eventualmente vencería al prodigio Dan Marino en el Super Bowl, tuvo que pasar por un partido complicado donde las condiciones deplorables en el campo de juego beneficiaban al estilo físico de la defensa de Giants. Incluso sucedió un raro evento con un pick six de Joe Montana. El partido quedó 21-10, pero a pesar de la victoria, las distancias ya se estaban reduciendo. Parcells comenzaba a entender como detener el sistema de Walsh.
Para el tercer enfrentamiento, en la ronda de comodín de 1985, la filosofía defensiva de Parcells comenzó a rendir frutos. Este partido tiene una anécdota sobre Walsh haciendo trampa al sabotear sus headsets para obligar al personal de Giants a no usar los suyos, lo cual era una regla para mantener los partidos "sin ventajas para un equipo." Parcells recordaría este evento un año después y amenazó a Walsh de que si hacía ese mismo acto, iría directamente a denunciarlo a la liga.
Este partido estuvo lleno de errores para los 49ers, donde Joe Montana fue interceptado y también tuvo un fumble donde perdió el balón. Limitaron a armas ofensivas como Rice y Craig a menos de 50 yardas. Con un gran juego defensivo, Giants vencería por marcador 17-3. Parcells por fin vence a Walsh, aunque tendrían un tropiezo en el siguiente partido ante los "Monster of Midway" de los Bears y Mike Ditka. Esta fue la primera temporada de Bill Belichick como coordinador defensivo del equipo.
El año siguiente, por fin sería el año de los Giants y nuevamente se enfrentarían a los 49ers en playoffs, en esta ocasión en la ronda divisional. El equipo de la bahía sufriría su peor derrota en playoffs en la era del Super Bowl a manos del grupo defensivo de Parcells, Belichick y compañía. Jugadores como Carl Banks, Leonard Marshall, Jim Burt, Harry Carson, Kenny Hill y, por supuesto, Lawrence Taylor habían formado un grupo excepcional que lograría contrarrestar el estilo ofensivo de Walsh. Durante el segundo cuarto, Joe Montana fue golpeado por Jim Burt de Giants y el pase resultante fue interceptado por Lawrence Taylor quien lo regresó a TD. Montana no regresaría al partido. Jeff Kemp tuvo que jugar la segunda mitad. El marcador terminaría con un irónico 49 - 3 a favor de Giants. Al final de la temporada, ganarían su primer Super Bowl venciendo a los Denver Broncos.
Al llegar la década de los 90's, los 49ers se habían colocado en la élite de la liga. Empataron a los Pittsburgh Steelers como los máximos ganadores de Super Bowls y había comenzado la transición de coacheo con el cambio de Walsh a Seifert quien se estrenaría con su propio Lombardi. Sin embargo, la temporada de 1990 tuvo cambios mucho más significativos, y el más doloroso se vivió precisamente en el enfrentamiento entre Giants y 49ers en la final de conferencia jugada el 20 de enero de 1991. El partido iba 13-12 a favor de los 49ers casi terminando el partido. Los 49ers buscaban terminarse el reloj a través del juego terrestre y obtener al menos un gol de campo para obligar a Giants a buscar el TD en su siguiente serie o incluso finiquitar el partido anotando TD. Desafortunadamente, Roger Craig perdió el balón en la yarda 40. Este fue recuperado por el equipo de Giants. La serie ofensiva siguiente puso al equipo de Parcells en posición de gol de campo y anotarían los tres puntos que les dieron la victoria y el paso al Super Bowl que eventualmente ganarían a Buffalo.
Este partido se considera como uno de los más amargos de la historia de nuestro equipo, no solamente por la derrota dolorosa que evitaba que los 49ers jugaran su tercer Super Bowl consecutivo, algo que ningún equipo había logrado en ese entonces, también era el último partido que Joe Montana iniciaría como titular para 49ers y esto fue consecuencia de una jugada defensiva de New York. Montana sufrió, como él lo dice, uno de los golpes más brutales por parte del DE Leonard Marshall cuando fue atacado por su lado ciego. Incluso Carl Banks, comentando sobre el golpe, menciona que "Creímos que [Leonard] había matado a Montana."
La consecuencia de ese golpe: Esternón y costillas rotas así como una fractura en su mano, lesiones que se acumularon al ya maltratado cuerpo por todo el golpeo que había recibido Montana en su carrera. Steve Young tomaría las riendas del equipo y no las soltaría. Montana no jugó durante el siguiente año y gran parte de la temporada de 1992. Nadie lo dijo mejor que Keith Dunnavant "Marshall no solamente había sacado a Montana del partido y evitado el 'Threepeat', había puesto punto final a una era."
En la temporada 1993, hubo un enfrentamiento más, donde los 49ers apabullaron a Giants por 44 - 3. Dan Reeves era ahora el coach de un equipo que buscaba reconstruirse y Seifert no tuvo mayores problemas en vencerlos con la nueva estrella, Steve Young. Pero un nuevo capítulo en una vieja rivalidad iniciaba para 49ers... pero eso es otra historia.
Pasaron años para que ambos equipos se encontraran nuevamente y fue en la ronda de ronda de wilcard del 2003 con Mariuchi como head coach de 49ers y Jim Fassel como coach de Giants, quienes tuvieron un partido memorable por su polémico final. Los 49ers hicieron un regreso espectacular de 24 puntos para llevar un partido perdido con marcador 38 - 14 a terminar 38-39. Durante un intento de gol de campo que buscaban los Giants para ganar el partido, hubo un error en el centro por parte del LS Trey Junkin y la patada no pudo ejecutarse. Matt Allen, que era el holder, tomó el balón y lanzó un pase buscando a Rich Seubert que a pesar de ser incompleto, provocó un castigo por hombre inelegible, el cual al ser una jugada ofensiva terminaba el juego. La polémica se acrecentó por una interferencia de pase de Chike Okeafor sobre Rich Seubert que no fue marcada y que hubiera generado el "offset" de ambos castigos y hubiera hecho que se repitiera la patada. La liga incluso aceptó el error de los oficiales.
Pero esa no sería la última vez que estos equipos se enfrentarían en playoffs. El último juego entre ambos equipos se dio en la final de conferencia del 2012. Los sorprendentes 49ers de Jim Harbaugh enfrentaban a los Giants de Tom Coughlin. Alex Smith y compañía ganaban el partido entrando al tercer cuarto por un marcador de 14 - 10. A pesar del mal desempeño de la ofensiva (solo 1 de 13 conversiones en tercera oportunidad) se estaba manteniendo la ventaja. Sin embargo, en un despeje de Giants, Kyle Williams falla en el fildeo del balón y deja en gran posición de campo a los Giants en una ofensiva que terminaría en el TD de la ventaja. A pesar de que Akers empataría el partido para llevarlo a overtime, la ofensiva seguía sin carburar y en tiempo extra, una nueva pifia de Williams dejaría a los Giants en la yarda 24. El gol de campo anotado quitaba la esperanza de jugar otro Super Bowl. Ese honor fue para los Giants.
Como pueden ver, la rivalidad contra los Giants de New York nos ha dejado experiencias y memorias que tal vez no sean tan espectaculares como "The catch" o ver a Terrell Owens sobre la estrella o tan tristes como los dos touchdown en 90 segundos de Staubach. Incluso las atrapadas de Vernon Davis o el propio Terrell Owens resultan más memorables en la mente de los aficionados del equipo, pero estos duelos deben ser considerados como momentos de cambio y disrupción para nuestro equipo.
Sé muy bien que lo que veremos en este partido del domingo no está ni cerca de ser un evento del nivel de los que hablamos en este escrito, pero siempre es bueno saber que detrás de cada juego hay muchas historias que podemos contar y nunca olvidar. Y esta es una de esas rivalidades que se han olvidado y ojalá en un futuro, volvamos a vivir.
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